Los chanchos crecen el los arboles...

...o como se puede acabar riéndose con un Dominicano en un bar de Amsterdam.
No voy a contar hora por hora mi viaje a Amsterdam, porque además de que mi compadre Van Tachen lo ha contado con una prosa mejor que la mía aquí, prefiero centrarme en otras cosillas.
De Amsterdam decir que es una ciudad llena de cosas por ver (y experimentar). La arquitectura es magnífica, todo lo contraria a lo que estoy acostumbrado en España, casas estrechas y espigadas del mismo estilo pero ninguna igual. Además que los canales ayudan a crear una atmósfera inimitable sobre todo si vas en bicicleta. Culturalmente, a parte de toda la información que puedes obtener sobre jardinería de tulipanes y marihuana, tiene varios museos entre los que destacan el Van Gogh y el Rijksmuseum, los dos un poco cortos pero con obras que merecen el precio de la entrada, personalmente me quedo con el Van Gogh, aunque "La ronda de noche" que está en el rijksmuseum te abre la boca.
De la gente no puede opinar, hay más turistas que holandeses, imaginaos que en el bulldog (uno de los coffeeshops más conocidos) llego un momento en que solo estábamos españoles!. Solo decir que hay locas sueltas en los negocios de alquiler de bicicletas y que si dominas un poquito el inglés te podrás mover a las mil maravillas .
La verdad es que me lo he pasado de vicio, lo mejor de todo es que hemos ido un grupo impresionante, ahora solo toca decidir cual será el próximo destino.